Un delicioso segundo plato de carne. Si bien es cierto
que destinado a
paladares que aprecien la carne.
La carne del conejo
tiene un toque especial, que o gusta
o no gusta.
Según la temporada no suele
ser muy caro el conejo.
También hay que pensar que el escabeche tampoco será
del gusto de todos, pero merece la pena probarlo al
menos una vez.
Ingredientes:
Un conejo a trozos, aceite
de oliva, 5 ajos, vino blanco,
guindilla, orégano, tomillo, pimentón, sal y vinagre.
Preparación de la
receta:
Para preparar el
adobo, pelamos los ajos y los
machacamos en el mortero con la sal gorda y la
guindilla.
De esta última poca cantidad si no queremos que pique
en exceso.
Cuando esté bien
machacado y hayamos conseguido una
pasta, incorporamos tres partes del aceite,
el vinagre,
el vino y el pimentón.
Mezclamos bien para que
liguen los sabores.
Lavamos y secamos el
conejo y lo colocamos en una
fuente para regarlo con el adobo que hemos
preparado.
Espolvoreamos por encima
con el tomillo y el orégano.
Cubrimos la fuente con un
paño o papel de aluminio y
dejamos reposar tres o cuatro horas.
Transcurrido ese tiempo
ponemos el conejo en un colador
para escurrirlo, teniendo cuidado de poner
debajo una
fuente para guardar el adobo sobrante.
Ponemos el resto del aceite
en la olla rápida y doramos
el conejo por todos los lados.
Una vez dorado lo regamos
con el líquido del adobo
sobrante y si fuese poco añadimos un poco de caldo.
Tapamos
y dejamos al fuego lento entre quince y veinte
minutos según sea de duro el conejo, cuanto más joven
más tierno.
Cuando la olla nos lo permita, la abrimos,
comprobamos
que la carne esté tierna, y
la ponemos de nuevo al fuego
lento sin tapar.
Después ya solo emplatar y listo. Podemos
servir con
guarnición de verdura o patatas fritas, al gusto.
Espero os haya gustado.
Cualquier duda, consultar.
Tiempo
de elaboración: Bajo.
Dificultad: baja.
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